"Diseño" es una palabra elegante que sirve para describir el proceso de "pensar mucho sobre como las cosas se ven y funcionan"
Podría parecer que, dadas las circunstancias sociales de gran parte de la población, preocuparse por un buen diseño no es un asunto importante.
Pero este es un pensamiento erróneo.
Somos seres racionales que nos vemos profundamente afectados por nuestro entorno y lo que tenemos delante de nuestros ojos. De la misma manera que un cielo oscuro y lluvioso nos provoca ciertos sentimientos, uno azul, brillante y soleado nos provoca otros muy diferentes.
Una habitación minimalista, en tonos cálidos y naturales, con vistas a un jardín, nos provoca unos sentimientos muy distintos a los de una habitación en un edificio de viviendas con paredes de cemento y techos altos, de estilo industrial y frio, con vistas a otro edificio de similares características.
El diseño importa porque nuestras identidades y estados de ánimo son fluidos, están en constante cambio. Y a menudo es la calidad del entorno diseñado la que puede determinar si nos sentimos confiado o derrotados, cómodos o resguardados, generosos o aislados...
Los gobiernos siempre han entendido y respetado la idea de que el diseño nos influye, nos cambia. Las ciudades se han diseñado, y siguen diseñándose, usando a sus habitantes como punto de referencia pero tambien pensando en el mensaje que quieren transmitir al resto del mundo:
Barcelona consigue mediante sus calles anchas y diseño cuadriculado una combinación perfecta para capturar la luz del mediterráneo a la vez que se abre al mar, y cubre las necesidades de sus habitantes en torno a manzanas diseñadas para ofrecer la variedad de servicios necesarios para una vida cómoda a la vez que social.
El diseño de la ciudad de Paris es un reflejo absoluto del carácter conquistador de su pasado reciente. Edificios y monumentos grandiosos, conectados por enormes avenidas, para que nadie olvide que fué una potencia mundial. Fue diseñada principalmente para facilitar el tránsito de su ejercito y seres nobles de punta.
A raíz del descubrimiento de petróleo en Dubai en 1958, la ciudad vivió un boom arquitectónico que queda patente en un skyline con los mayores rascacielos del mundo, muestra inequívoca de su potencial económico, transformando su entorno a base de construcciones impensables hasta la época.
Inconscientemente nos adaptamos al espíritu que emanan las ciudades que habitamos y los objetos que nos rodean. Incluso si a menudo no somos capaces de expresar con palabras como los objetos o nuestro entorno nos hacen sentir, todos tenemos ciertos sentimientos asociados.
Cuando decimos que un objeto diseñado es bonito, lo que realmente estamos sintiendo es que si se convirtiera en una persona, sería alguien que nos gustaría. La belleza es una promesa de bondad mientras que la fealdad es evocadora de cierta desesperación, soledad y abandono.
Y es por esto mismo que un buen diseño es tan importante, porque nos anima a utilizar las mejores cualidades que poseemos para encarar nuestra vida de la manera mas satisfactoria posible.
Nos ayuda a ser las mejores versiones de nosotros mismos
